sábado, 28 de enero de 2012

Si me das
el visto bueno
mansamente
yo te entrego
cuatro gotas
 sin el trueno
y una lloxizna despuès.
Ya lo ves,
resucitó el pez...
Si te cansàs
acaricio
la calva que, en el solsticio,
arrojò su luz aquì.
Yo la flor, vos el colibrì.
Y si te dormìs un rato
entre sueños, desbarato
el final màs    infeliz,
y lo cambio, en un retrato,
por aquel
en que todos sonríen, y vos
tambièn.