sábado, 29 de diciembre de 2012
Muerta de risa, de calor, de vos./
Muerta de hastío en este mundo chato./
Sujeta al arrebato y a la calma,/
al fuego y al dolor. Al amor, menos./
Pintada en las orillas de la jaula./
Asomando una pluma, para el viento./
Ave sobrevivida del incendio/
de egos y etiquetas, por igual./
Ave que sabe trinos planetarios,/
que visitó galaxias, al volar./
Guardada en jaula de oro. Retenida/
por los mil envidiosos de su vuelo./
Dale, que llega el pájaro y te abre/
la puerta al más radiante de los cielos.
miércoles, 26 de diciembre de 2012
martes, 25 de diciembre de 2012
domingo, 23 de diciembre de 2012
Huidas lúdicas/ protagonicé muchas/ Saltos al vacío/ vos, uno o dos./ Puentes infranqueables/hubo en todo el trayecto./ Miríadas brillantes/ solo en el recuerdo./ Luces de bengala/ en la curva final/Sin embargo aquí estoy/lejos de tus abrazos./ Sin embargo allí estás/ en torre de cristal./ Deseándonos, lejanos/ como desdibujados./ Por un rato teniéndonos...¡Dios mío! ¡Qué frialdad!
viernes, 21 de diciembre de 2012
lunes, 17 de diciembre de 2012
Entender la clave de tus ojos
es similar a ver unicornios
rodando en una pista de sal
en el ápice de los diez dedos.
Besarte en fa es muy, muy similar
a besarte reiteradamente
en re, pero no se lo digas
al guardián de las calles vacías.
Amarte así es rebelión santa,
santas son las bailantas al rock
que se oye en los agujeros negros.
Y es santo aquel escudo de sol
que hay entre mis párpados y vos.
domingo, 16 de diciembre de 2012
viernes, 14 de diciembre de 2012
Escuchando a NORAH JONES
con un muerto en el arcón
de recuerdos imborrables.
Sacudiendo la vejez
de la cabeza a los pies,
enchufando nuevos cables.
Recordando al Julio aquel
que me interpretó la miel
sin dejar de lado el juego.
Festejando a Joan Manuel,
con castillos de papel
y más miradas de fuego.
martes, 11 de diciembre de 2012
Serán las mariposas en la panza
las que indiquen, sin duda, tu llegada.
Y un coro de duendes y sirenas,
que no dirán nada.
Serán seguramente los planetas
los que arderán como luminarias
al verte aparecer en mi horizonte,
después de tantas trampas...
que nunca nos tendimos, ni vos a mí
ni yo a vos. Pero hubo tantos cruces de caminos
que el fuego se extinguía...
Y al fin,
no.
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