sábado, 5 de diciembre de 2009


Aunque detrás de los cristales llueva y llueva, adentro de mí hay un sol radiante, rotundo, resplandeciente, real.
En las nubes ajenas vislumbro soluciones, en el solazo propio, la dicha más completa.
Surgen flores que vuelan, de cada uno de mis ojos.
Mariposas que caminan llevan el parte del día.
Gorriones secuestrados una tarde de otoño, en plena primavera, se vinieron conmigo a contar la esperanza.
Y mientras solo truena en el lado de afuera, en el lado de adentro...me como la manzana.

1 comentario:

Celuuu dijo...

qué hermoso! cuanta esperanza!

un beso Ale!

Celi