jueves, 28 de abril de 2011

con título

Y te llamarán las caracolas,
y las nubes te seguirán sonriendo
antes de que las quemes con tu paso,
sol de abrazo, de naves y de vientos.
Y habrá sido la gloria permitida,
atisbada una vez, como de nena,
que una vez erró el tiro y se lamenta
en todos los idiomas conocidos.
Y serás lo que sos: un sol entero.
Como podría olvidarte, si me diste
toda tu Gracia repartida en risas.
Veinte años de SOL no es poca cosa
per a una dona que nació mimosa
y que un vendaval arrojó afuera.

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