tengo dos direcciones en el mapa de mi mente; una va hacia vos,la otra se pierde en la lejanía. Intento quejarme, protestar, frotarme los ojos, jurar que esto no es cierto. Pero la dirección que se perdía se va perdiendo cada vez más, y un vos que se me viene encima, que me pisa el cabello, porque estoy recostada en el suelo, que me frota los ojos por decirme que es cierto, un vos, un vos, cada vez más vos, cada vez más cierto, me indica con un paso el punto de llegada.