En estos días calurosos en que uno ya sí sabe, definitivamente, qué ponerse, y, sobre todo, que lo que se ponga deberá ser poco, van quedando atrás las florcitas y mariposas de la primavera en retirada.
En días como éste, en los que uno se acuesta a dormir la siesta y a los cinco minutos se levanta porque no aguanta el calor, empieza a haber más cosas claras: por ejemplo, que urge que venga el plomero para poner en condiciones la pileta...
Y algunas otras cosas, tales como que ya falta mucho menos para el recital de los pájaros Serrat y Sabina. Aleluya.
lunes, 5 de diciembre de 2011
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