sábado, 7 de febrero de 2009

y en este rincón...Julito


Julio querido, querido, querido Julio:
Recuerdo que una vez te dije que íbamos a cortazariar el universo, vos y yo; con un poco de temor, claro, porque decían las malas lenguas, cada vez con más insistencia, según la clásica costumbre de las lenguas malas, que estabas "muerto".
Pasaron un montonazo de años. Como diez. Y vos, Julio querido, nada. Seguías sin contestar mis señales de humo. Bastante faroleras, por otra parte. Emitidas con la intención de hacer un buen batifondo, a ver si de una vez por todas llegaban adonde quisiera que estuvieses.
Hace tres o cuatro días, sin embargo, compré el diario, como es mi costumbre, y descubrí, asombrada, que adentro estaba vos, que, como es la tuya (costumbre, digo), me contestabas públicamente, para despistar rastreadores de muertos vivos y otras cosas peligrosas de la misma especie. Y estabas vos respondiéndome que en mayo nos volveremos a encontrar, con un montón de papeles que Aurora acaba de sacar de tu galera.
Lo que ignoran, pobres, es que Aurora tiene la llave de la galera, y quede vez en cuando se da una vuelta por allí para que vos le muestres confidencialmente tus nuevos prodigios, y le pidas que los haga públicos con un argumento razonable para las lenguas malas, que son medio burras y aunque todo el mundo se empeñe en querer enseñarles a ser lenguas buenas...qué sé yo. Les cuesta, che. No aprenden.

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