martes, 9 de febrero de 2010

EL GERMEN

Yo acunaba el germen de la paz.
Florecían las guerras en mi entorno.
No había amigos sinceros, no había amor.
La peste invadiendo el territorio.

Yo acunaba el germen de la paz.
Se sucedían noticias de violencia.
Tenebroso era mirar atrás.
El futuro brillaba entre la niebla.

Yo acunaba el germen de la paz
cuando alguien puso guerra en mi cabeza.
Pero llegaste vos, en el día justo,
el momento oportuno. Tenía la puerta abierta.

Dijiste "Paz serás. Florece, niña".
Y puesta a florecer tomé tu mano.
Florezcamos, amor. Que ya no reste
ni el más mísero pan para gusanos.

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