sábado, 20 de marzo de 2010

de tú a tú

En el puente entre ayer y nunca
extravié mi pañuelo de colores opacos.
En el canal entre Ayer y Siempre
libélulas con guantes
escondieron mi risa.
Hoy llego al otro puente,
ése, el cierto, el mío.
El que conecta Siempre
y Siempre, a los dos ríos.
Allí, casi en el suelo,
allí, como escondido,
un gorrión malherido
trae en su pico , flores.
Alguna muy blanquita,
dos más, tornasoladas.
Es la cita secreta
que hice con mi amor:
dijimos, sin decirlo,
que un día encontraríamos
un pañuelo violeta
y un sol multicolor.
Ahora vemos girando
al Sol en el espejo.
Ahora vemos caer
la máscara del miedo.
Y en el medio, ese grito,
el grito silenciado,
canta en miles de lenguas
que se vuelven...pasado.
Y es una Sola, Viva,
la Lengua Madre, estrella
de todas las películas
y de todos los cuentos.
La lengua que en silencio
cumple ahora la cita
donde el amor estalla.
Y somos éstos: nuevos.

1 comentario:

Juan C. L. Rojas dijo...

Siempre nos impulsa un espíritu obsecado de esperanzas. Ojos poderosos ven, ese horizonte allá, donde ofrendará su historia.
http://remerofantasmal.blogspot.com/2010/01/auroras-abnegadas.html
Un abrazo.
juan.