miércoles, 31 de marzo de 2010

poema con verso huido

Esta mañana amanecí
con un verso en la cabeza.
Un verso que cobró alas
y se fue lejos de mí.
Hablaba de apostillas;
no recuerdo lo que eran,
y sin embargo mi canto
olía tanto a primavera...
Una primavera ajena,
remota, extranjera, otra.
Mi primavera importada:
por el momento, boreal.
El verso se fue a pasear,
y aunque lo reclame a gritos
tal vez aparezca solo
en día a determinar.
Mientras tanto, mi consuelo
(me quisiera consolar)
es hacer un verso nuevo,
y depositarlo cerca,
a la vista, bien a mano;
por ejemplo...por acá.

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