miércoles, 3 de noviembre de 2010

un paseo por mis cosas

En un día nublado, con anuncio de lluvia para esta noche, remontando la mañana para ver qué trae este nuevo día, mirando mi último cuadro y pensando que muy pronto no va a haber más espacio en este lugar para tantos cuadros...
Suman 18 los que están, un poco, colgados en la pared, otro poco, desparramados por el piso de ese mismo lado, y otro bastante, alineados en la pared de enfrente, contra la biblioteca, de resultas de lo cual hay que hacer un lío cada vez que se quiere dar un vistazo a los libros, a pesar de estar en vitrinas, y poder espiarlas "desde afuera", que, claro, no es lo mismo...Los libros, después de todo, son para tocarlos, para olerlos, para mirarles la contratapa, para disfrutarlos...y, presos de los cuadros, chillan por un poco más de atención desde hace meses...
No es que no lea desde hace meses, no. Pero los libros en uso están en el comedor, apilados sobre las sillas que no se usan (somos dos, y hay seis), y de allí los traigo y los llevo y los abro y los leo. Mi lugar oficial de lectura es la misma silla en la que como, y en la que escucho todo el día la radio. Nadie me mueve de allí. Y, si algún desprevenido lo hace, en la silla de enfrente, por ejemplo, me siento rara , ajena,.como de visita. ¿Obsesiva yo? Jaja.

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