Durante mucho tiempo me creí que había alcanzado un estado casi sabio. Dicen que no hay más tonto que el que cree ser sabio.
Este año se me empezaron a caer los ladrillos de mi castillo de arena. Entonces descubrí que lo que había detrás de tanta lectura, tanto curso de reiki, tanto maestro, era un montón de nada disfrazada durante mucho tiempo de "algo", algo misterioso e inasible que el único misterio que contenía era el de contener...nada de nada.
miércoles, 31 de agosto de 2011
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario