martes, 8 de noviembre de 2011

gracias

Cuando se dice que corrió mucha agua bajo el puente, rara vez la referencia habla del cambio de un desastre por una epifanía. Este es mi caso.
Venía rota, quebrada, partida en mil pedazos.
Fue entonces cuando alguien me contactó con Silvina, y Silvina me contactó con la biodanza.
Fue entonces cuando dejé de llorar por el amor perdido y empecé a aferrarme a la canción de Maná: "El verdadero amor siempre perdona".
Gracias, Silvina. Gracias, Maná. Gracias, VIDA.

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