Va un poema:

Amo soles y amo lunas,
odio miedos y fracasos,
me lastiman los cobardes,
paro yo abro mis brazos।
surgen cielos
del infierno,
en cuadernos, de los buenos।

yo pregunto: con qué tinta
se escribe una tierra nueva;
con qué trazo, qué candor,
se pinta un mundo mejor
para solaz del que viene
detrás de mi huella, andando
por caminos enlodados,
sorteando crueles pasados;
¿cómo pinto la esperanza?