miércoles, 17 de septiembre de 2008

"silviando" a la puerta de la primavera

Les pido que me disculpen. Es que estoy muy distraída, no sé qué me pasa, me agarró la primavera, me parece.

Han pasado cinco días desde la última entrada, y recién me doy cuenta.
En este momento, por ejemplo, estoy escuchando al mágico Silvio Rodríguez, parte de un video que acabo de minimizar para poder abrir esta ventana y escribir.
No se puede creer la sensación que representa en el alma oír "la luna, la culpable, la viajera, la luna de una muerta primavera" (hablando de Roma...grande, maestro!), mientras se intenta ilar algo coherente.
Ahora viene "Canción de amor y de guerra", y mientras una gaviota pasa por el firmamento, ese vals del equilibrio, esa llamada en el hombro, esa blancura, ese delirio, yo le rezo a San Silvio Apóstol del Verso que nunca, nunca, ni aunque se jubile el año que viene, nuncanuncanunca, deje de soñar en verso y de regalárselo al Universo.
Ya ven, esta entrada, casi, la escribió él...¡Qué lujo!

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