viernes, 12 de diciembre de 2008

historias del más acá

Termina un día en el que no hablé con más de tres o cuatro personas.

Hoy inauguraron dos bares en la ciudad. Uno en la esquina de la cuadra de enfrente, en el lugar donde estaba el viejo bar de enfrente; el otro, a una cuadra y media.
Venado ya no es lo que era: una ciudad donde se conocía todo el mundo. Un "pueblo grande".
No, qué va. Ahora las calles están llenas de caras anónimas, caras que ya no son "el nieto de la hermana de Pirula", ni "la que se juntó con el marido de Martita la peluquera", por ejemplo. Son seres con rostros cuyas historias ignoramos.
¡Qyé BUENOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!! ¡Cómo me hartaban los relatos del estilo de los citados más arriba!!! En mitad de una charla de ésas (que eran el 90% de las charlas), yo remontaba vuelo y sobrevolaba el Atlántico, por citar sólo uno de mis vuelos de cabotaje...
Ahora casi nadie sabe nada de casi nadie...¿Nos habrá llegado la hora de mirar para adentro???

1 comentario:

Guada dijo...

Ya lo creo tía, ya lo creo