martes, 2 de diciembre de 2008

poema

Traigo a cuento un viejo poema que encontré intentandoo poner algo de orden en eldespelotede papeles que tengo al lado de la impresora.
Ahí va:

Vértice: denuncia retrocede.
Áspera razón de los que pueden.
En el silencio vil del simulacro
un león agazapado se retuerce.
Una verdad a medias se divierte
entre la soledad de los caireles.
Llueven los terremotos en la selva.
Nada el pez de la paz en aguas lentas.
Se sacude un alud de la cabeza
el funcionario imputado de bajezas.
Enreda la amistad un chisme absurdo.
Se enoja sin piedad el rey del miedo.
Canta ya sin parar esa sirena
que sedujera ediles en la niebla.
La truculencia del trueno se revela.
La potestad del grito huele a vieja,
y en el arcón de siempres que manejo
una risa perpetua me condena.

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