miércoles, 9 de abril de 2008

Así nomás

En un día de abril:
puesta la imaginación a volar.
Echados al viento los cuatro Pegasos del alma.
Solucionado temporalmente el "Ser o No Ser",
me subo a la pantalla de mis sueños
y decido coprotagonizar esta película,
donde vos sos el jinete y el héroe,
el capitán y el timonel,
el peor astilla y rey de bastos
(como Mario diría);
donde vos sos la cábala y el signo,
el enigma y el espejo,
la salida del laberinto.
Entonces yo,
humildemente,
acompaño tus pasos;
ni uno atrás, ni uno adelante.
Acompañando,
simplemente acompañando,
las constelaciones de tu risa.

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