domingo, 13 de abril de 2008

sorprendida

Ayer fui al festejo de los dos títulos de mis amigas, las flamantes psicóloga y médica, acá nomás, a una cuadra de mi casa. Todo muy completo: un ambiente festivo, veintidós personas, comida a rabiar.
Pero lo que más me impactó, lo que me dejó literalmente anonadada, a pesar de que ya había tenido cierta vislumbre de esta realidad, fue la maravillosa apertura de todos los médicos o casimédicos, chicosy chicas de alrededor de treinta años, ávidos de literatura, de esoterismo, de música, de todo, tan, pero tan distintos de los dinosaurios que fueron mis compañeros de facultad allá por los '80. Gracias a ellos, yo tenía catalogado al de los médicos como un rubro totalmente cerrado; gente enfrascada en su profesión que se enteraba escasamente del mundo fuera de los antibióticos, los sedantes, los apósitos, los termómetros, y otros implementos similares.
Estos chicos nooo...Estos chicos bailan, estos chicos juegan, estos chicos no se burlan del resto de la humanidad; estos chicos son tolerantes, simpáticos y empáticos...Ay! qué daría por haber empezado la carrera al final de los '90!...

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