domingo, 27 de abril de 2008

relato de una tarde gris

En una tarde de lluvia, a punto de acompañar a Agus a la terminal para abordar el colectivo a Casilda.
Todo está tranqui. Anoche vino un amigo de mi hermano que suele visitarnos de vez en cuando, notebook en mano, con las fotos que le tomó a su hija en su reciente viaje a Estados Unidos. Tengo en común con él un par de puntos de vista sobre el mundo, alguna que otra meditación y una "cosa" que intenta ser tranqui y que proviene de tratar de ver, como se dice vulgarmente, el vaso medio lleno.
Se quedó hasta las doce de la noche, y como tiene ese tono pacífico de los meditadores, el tiempo pasó sin dificultad, y su compañía resultó agradable. De paso, a Agus también le gusta hablar con él, especialmente porque le trae noticias del padre, lo que no es poco.
Ahora voy apurando las palabras, porque cuando Agus vuelva de la calle, "al toque", como dicen ellas, partimos a la terminal.
Chaauuuuuuuu...

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