viernes, 3 de octubre de 2008

acerca del fluir

Voy a hablar de un tema que ha tenido el poder de sacarme de mis casillas y de perturbar mi habitualmente "chicha" calma desde hace por lo menos dos semanas.
Ya habré dicho, imagino, que Serrat viene a Argentina en noviembre.
Pues bien: sacar entradas para verlo nunca fue un problema para mí. Ya no recuerdo cómo hacía allá por los '80, cuando empecé a ir a sus recitales. Pero seguramente, obtenerla entonces era más fácil, porque yo iba a la popu, y siempre, mal que mal, un poco más apretados, o como fuere, entradas para la popular conseguíamos.
Después empecé a sacar césped, porque iba siempre a los recitales en Rosario, y en cuanto salió lo del césped, obviamente lo preferí.
Cuando allá por el '90 y tantos, por razones que nunca quedaron muy claras, dejó de ir a Rosario, ya tenía amigos cibernéticos en Buenos Aires, y eran ellos los que se encargaban de conseguir una buena ubicación en el Gran Rex, o, alguna vez, en el Luna.
Nunca tuve demasiados problemas para conseguirla.
Pues bien: este año todo fue al revés. Una traba atrás de la otra, una negativa atrás de la otra.
Estoy acostumbrada a fluir con el Universo, esto es: cuando las cosas son fáciles de entrada, me doy cuenta de que es el camino correcto, y sigo por allí. Después de muchos años de empecinarme por avanzar en una carrera en la que todo eran complicaciones, tales como que a mi mamá la tenían que operar cuando yo tenía que rendir un final crucial, o se me moría un tío y me avisaban a las cuatro de la mañana del día del examen, o no quería, porque lo conocía, y era bastante especial con relación a la clase de docentes con los que me sentía cómoda, no quería, decía, que me tocara en la comisión de fulano, le pedía especialmente a la secretaria de la cátedra que me pusiera en otra, y al o tro día, cuando iba a ver las listas, estaba anotada de cabeza en la comisión del tal fulano...o, por ejemplo, me faltaba rendir X materia del año anterior, pero eso no era obstáculo para cursar el siguiente, y, cuando se acercaban las clases, había un cambio de reglamento, y , de repente, sí, era obstáculo, y ya NO podía cursar...bueno, para qué seguir...mil y una historias como ésta...después de años de creer en la famosa "voluntad", que tan bien se me daba antes, cuando nada me costaba nada y entonces tener que usar un corsé ortopédico del cuello a la pelvis, durante cinco años, era pan comido, porque me sentía liviana por dentro y sólo pensaba en lo maravillosa que iba a quedar mi columna al final, descubrí, con el famoso trío "sangre, sudor y lágrimas", más que nada, lágrimas, que la voluntad no es tal cosa, sino el poder de imaginar un resultado y focalizar la atención en él, y descubrí también que importa mucho la motivación, porque por mucho que te empeñes, si tu intento obedece a un mandato de otro, o si no lo hacés con convicción, no va a resultar, después de este larguísimo aprendizaje, que prácticamente me ha llevado la vida entera, me dejo fluir.
Esto es; si las cosas se dan de movida, las tomo. Si todo se complica, lo dejo, porque por ahí no es.
Bueno, esta entrada ya es lo bastante larga como para, además, ponerme a relatar lo que ha sido mi intento de conseguir un buen lugar para ver a Serrat, en Rosario, en Buenos Aires, o donde fuere. Hacía años que no se me cerraban tantas puertas, que tanta gente no me contestaba de mala manera, que algo no se me complicaba tanto como esto. Al punto de que llegué a olvidar mi máxima de dejarme fluir, y empecé a obstinarme en lograr algo que a todas luces no se daba. Eso fue ayer.
Pero el potencial para enloquecerme sigue, porque esta mañana vi por tele "nuevas funciones", y como una b...volví a entrar a Ticketek, donde por supuesto, NO había nuevas funciones, y recién escuché otra vez la propaganda en una radio de Rosario (por cierto, hace dos días había mandado a mi tía a hacer la cola, sin resultados, y después de eso como era lógico mi tía me sugirió que me las rebuscara por otro lado) . Así que bueno, OM, respirar hondo, aceptar que por algo no se da, y otra cosa: parece que la mayoría de entradas de las primeras filas las compran los arbolitos para la reventa...Entré a Mercado Libre: 500 mangos una entrada que cuesta 200. Están en- pe-do. Para eso, prefiero ir a ver a Ismael Serrano a Junín. A Ismael Serrano, que, AL MENOS, cree en Casandra. O sea, en mí.

No hay comentarios: