jueves, 23 de octubre de 2008




He tratado de cantar

al amor, de todas formas,
y me encuentro,
tras largos años,
susurrando una demanda:
quiero vida, quiero joda,
quiero amigos, quiero ¡fama!
Cosa 'e mandinga, parece,
querer algo que no quise,
jamás, ni en broma
o soñando, nunca,
ni en mis pesadillas.
Pero sucede que ya
me cansa un poco,
digamos, tanta clandestinidad,
y el vacío, tan tenaz,
en la boca y en las manos.
Al menos, quien tiene "fans",
convengamos: tiene abrazos.
Y besos. Caricias varias.
Tupidas, sinceras, gratas.
Si bien no son lo ideal,
porque aquel que los abraza
abraza un sueño, un fantasma,
un ídolo sobre el podio,
y yo he preferido siempre
a los "homes de carn i osos"...
Pero algo es algo. Así dicen.
Y antes que esta soledad
que se nutre de las charlas
entre amigos (sin caricias),
intelectuales, profundas
(pero de un mimo, ni hablar)
casi que preferiría
algún fan al que abrazar...
Jajajajaja.

No hay comentarios: