jueves, 29 de abril de 2010

pasaba por aquí

Está fea la cosa, me parece.
Huele a guerra el paso por las calles.
Se disfraza de sabio el delincuente.
Se escuda con limpieza el enmugrante.
Se tacha de enemigo al disidente.
Se apostrofa de tonto al pacifista.
Se abjura de la paz tan prometida.
Se cuecen cosas raras en las ollas.
Se canta un optimismo peligroso,
que pasa por negar lo que te estorba.
Me contó un trovador algo más manso
que la vida se paga. No se cobra.

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