martes, 13 de abril de 2010

lluvia

En esta tarde lluviosa, con Silvio como cortina, me da por vagar por bosques que relucen con las gotas. Veo caminos, caminitos, y hasta algunos laberintos; veo serpientes: las esquivo. Veo culebras, y las muerdo. Veo rojo el cielo, casi, a pesar de estar lloviendo, y vislumbro alguna luz que las gotas no han tapado.
Veo casitas, espejismos, y espejitos de colores; veo bichos muertos, amores desparramados al viento; veo peces suculentos de alguna laguna ajena.
Veo sonrisas y veo penas, veo otros desorientados, y de tanto ver tantísimo, no veo que estoy aquí, puerta de vidrio por medio, espiando ese goteo del cielo...en calle asfaltada, por donde pasa algún auto, mientras Silvio canta y canta...

1 comentario:

Juan C. L. Rojas dijo...

...Y es que la lluvia hace de nuestra mente, ramificación de senderos en el presente y un puente donde atravesamos pasado y futuro... y cómo no detrás del cantar y quien canta, para dar con las constelaciones en el espíritu.
Un abrazo.
Juan.