Me considero cristiana (no sé si católica, pero tal vez sí, porque hay muchos santos que se la jugaron como corresponde), y admiro profundamente a aquel tipo que se dejó matar por sus ideales. Igualito, igualito que el Che, que no empuñó el fusil para imponer nada sino para combatir la desigualdad. Otros tiempos. Han pasado más de treinta años. No creo que sea pertinente ahora empuñar un fusil para NADA ni contra NADIE. Me considero cristiana, sí, pero estoy harta del "a Dios rogando y con el mazo dando". Me considero cristiana pero no al punto de abolir el placer, porque eso genera dos cosas muy negativas: primero, una gran insatisfacción; y segundo, ganas de que nadie disfrute de aquello de lo que nosotros nosestamos privando "para ganar el reino de los cielos" (!).
Quiero el cielo en la tierra, porque no sé cuántos años voy a vivir, y yo quiero vivir ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario