miércoles, 4 de junio de 2008


en torno al amor


La noche cae como una plancha negra sobre mi puerta de vidrio. Apenas el resplandor de los faros de un auto, o una silueta oscura recortada sobre la negrura de fondo, modifica la visión.

Se han exiliado todos los murmullos. Un tren de comas y puntos, de puntos y comas, adquiere las dimensiones del planeta en mi computadora. .;,.;,.;,:;,...y así sucesiva, interminablemente.

Hace un rato me encontré con la hermana de un ex-novio remoto, de allá por mis veinte años. Me dejó desconcertada el que me dijera que estaba tan "enamorado" de mí. Ah, claro, ¿y por eso peleábamos todos los días? ¿Y por eso me abandonaba cada vez que tenía un examen, y volvía después de haberse cerciorado de que lo había rendido mal o no lo había rendido? No, si es como yo digo: la gente suele ponerle el nombre de "amor" a cualquier cosa...Y, si se te da por tener un amor platónico, pero de esos de pura cepa, de los de verdad, de los que nadan eternamente al borde de la emoción, entonces estás loca, o estás enferma, o sos una reprimida...

No creo en el "amor" en el sentido en que la sociedad lo concibe; no creo en la telenovela de las dos de la tarde. El único verdadero sentido que le encuentro al amor entre dos personas, es el de reunirse para bregar por el bien común, pero no por el bien común de él más el bien común de ella, sino por el bien de la humanidad. Si no es así, disculpen: no entiendo de qué estamos hablando.

1 comentario:

Sandrine dijo...

Hola Casandra gracias por la visita!!!

Saludos!!