domingo, 29 de junio de 2008

y sí...

Cada vez cuesta menos imaginar en el planeta un consenso general.
Cada vez está más cerca aquello de acordar ciertas reglas básicas de convivencia para que todos defendamos el derecho de todos a vivir en paz.
Cada vez se acortan más las distancias entre el sueño y la realidad.
Entonces, poco importa que los noticieros sigan bombardeándonos con su amarillismo de sangre y muerte, porque tenemos un montón de vida para hacerles frente.
Entonces, lo mismo da que la vecina de al lado nos inunde de necrológicas; tenemos miles de blancológicas para decirle vade retro.
Entonces, si todos nos ponemos al frente de nosotros mismos, y, lejos de seguir dejándonos invadir por la desesperación, cada uno se hace cargo de cada uno, y, ya que está , y si puede, también de los demás; de tantos demás como pueda.
Entonces, los cuatro, o dos o medio, o un cuarto de jinete del apocalipsis, se podrían ir a llorar al parque, porque nosotros, no queremos, nosotros no; nosotros queremos festejar la vida.

No hay comentarios: