miércoles, 25 de junio de 2008

soñando que despertamos

La Luz me meció en sus brazos, como antes lo habían hecho las tormentas.
Un recuerdo cálido me remontó a una infancia en las estrellas.
Había sol donde antes había habido lava, espuma donde había niebla, calidez donde había estado el desierto.
Entonces sentí emerger desde lo más profundo de mí una melodía, al mismo tiempo "desconocida" y familiar. Entonces, un coro de mil voces acunando el despertar del planeta inundó mis oídos. Y fui mar, y fui río. Y fui arena. Y fui canto.
Y desde un rincón secreto surgió una nube de sonrisas que tachonando el cielo del mediodía le cantó al Amor, el verdadero Dios de este universo y de todos los universos por descubrir.

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