domingo, 30 de septiembre de 2007

volando en sábado

Ayer estuvo de visita en casa mi amiga Silvia. Entonces aproveché para mostrarle el video de Casandra que subí hace unos días aquí. Esa canción llevó a otra, y después a otra. Más tarde, y a pedido de ella, empecé a buscar CDs y casetes de Silvio, y como a ella le daba lo mismo escuchar una u otra canción, la llevé de la mano por la ruta de las sincronicidades o coincidencias significativas que han marcado los últimos diecisiete años de mi vida, a través de las canciones de Silvio.
Primero le hice escuchar "Y Mariana", un ya viejo tema (del '91), que dice que un señor quiere ser mujer y una chica quiere ser señor, que hasta Dios sueña que es un poder, y que Mariana...quiere ser canción. De allí la llevé a Quién Fuera, una hermosísima canción donde Silvio se dirige a un "corazón con muros, corazón oscuro, herido de dudas de amor", que me gustaba imaginar que era el mío.
Posteriormente le hice escuchar "Si Seco un Llanto", y "Se Demora", subtitulada como tema de Mariana, para Tartufo,que inmediatamente me remitió al Tartufo de mi historia, un cantautor por todos conocido que insiste en mezclarse con mis sueños. Después vino el turno de Cita con Ángeles, canción que adoro, y finalmente el de Rosana. Así concluyó nuestro encuentro musical.

Cuando se fue, retomé la lectura de un libro fabuloso que había comprado ayer: el Efecto Mariposa. Agus me había hablado de una película con ese nombre; más aún: me la había contado. Por eso cuando lo vi, inmediatamente quise hojearlo, y entonces descubrí que no se trataba del guión de la película (de ficción), sino que era un libro sobre las -fascinantes- ideas de Jung: la sincronicidad, las coincidencias significativas, todo aquello que transforma una vida aburrida en una vida mágica. Estuve leyendo hasta las cinco de la mañana. Me encantó. Es de Ediciones Obelisco, y el autor es Joaquín de Saint-Aymour. Un poco carito para los bolsillos argentinos, pero juro que vale la pena.

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