domingo, 27 de enero de 2008

Va un viejo (y brevísimo) cuentito:

JUEGOS

El chico pasó el aro alrededor de su cuerpo. Una, dos, tres veces.
Después, se trepó a una escalera curva que conducía a ninguna parte. Puso el pie en el último peldaño. Mirando adelante, lo único que veía era el cielo abierto.
Aventuró un paso más: puso un pie en el siguiente peldaño, imaginario. Siguió hacia arriba, hasta que lo perdí de vista.

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