para vos

Me meto en el agujero que dejó tu partida, mascullando conjuros contra hados adversos.
Me filtro en el silencio de los malvones rosas, escondiendo la espina con la que he de clavar la herida asesina en el pétalo trémulo, el hiato de la arena entre el charco y el mar.
Me sumo a la comparsa que te sigue en las calles, vitoreando tu nombre como el nombre de un dios; y me agarro del viento para ungirte el cabello con mis manos de barro y mi aliento de sol.
Me cruzo en las esquinas donde hay carteles tuyos; me mueve el esquivarte cual si fueras un virus; el gambetear tu paso para que no me encuentres. Y en trance de escaparme de tu mano de viento, me subo a este silencio y me choco con vos.