en el limbo
(en el limbo)

Por su mente desfilaban los más diversos "candidatos": se le había ocurrido que, con semejante facultad, tal vez pudiera hacer una contribución importante para paliar el caos del mundo en el que vivía; lo único que pedía era no tener que hacerlo sola.
Como es natural, la mayoría de las figuras que surgían en su mente eran personajes públicos, de aquellos que podían aparecer en los medios de comunicación. Cuando se trataba de alguien de su pasado, en cambio, los periodistas y locutores hacían una breve alusión al personaje en cuestión, describiendo alguna característica personal.
Empezó a vivir en medio de una verdadera orgía de sugerencias que le llegaban naturalmente desde la radio o el televisor.
Cada día se levantaba dispuesta a disfrutar de una nueva "sesión": era que se había convertido súbitamente en el ombligo del mundo, y eso la desconcertaba y la asustaba, al tiempo que la fascinaba...