domingo, 18 de marzo de 2007

y el amor...

Paradójicamente, el amor empezó a venir desde el exterior. Lejos de su pequeño mundo de radio y televisor, afuera, en el afuera, a medida que su carácter se dulcificaba y se hacía más tolerante, empezaron a producirse respuestas del medio en el que vivía.
Ella, tan solitaria desde el nacimiento, y durante tantos años, empezó a rodearse de amigos.
Vivía en una ciudad donde de a poco todo el mundo comenzó a conocerla y a saludarla, a pararse a charlar con ella por la calle, a visitarla.
No podía explicarse el porqué de tantos cambios, si su verdadera comunicación transcurría de las puertas de su casa para adentro.
Sin embargo, así era. A medida que iba dejando de sentirse aislada, como lo había sentido desde su infancia, televisor mediante, claro, el mundo empezaba a responderle con el mismo afecto que ella, sin notarlo siuqiera, había empezado a prodigar.

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