De nuevo Serrat...

Pasados ya los días, habiendo vuelto a mi cauce natural de pensamientos, con la cabeza algo más fría, y rebobinando una vez más los avatares del encuentro...hallo que no estuvo tan mal el episodio con Serrat; ayer, una amiga del grupo de Internet al que pertenezco me contó que una vez a ella le pasó algo parecido: venía a saludarlo, y él la trató mal; entonces ella le empezó a gritar de todo: ¡y vos quién te creés que sos, que si no fuera por nosotros, que venimos a verte, no serías nadie!...y demás etcéteras por el estilo...Cuenta que, a partir de allí, le preguntó cómo se llamaba, le pidió el teléfono, y cada vez que vuelve a Córdoba (donde ella vive) la llama...
No, si parece que es así, nomás: el tipo es de carne y hueso. Tan de carne y hueso como vos o como yo.
Entonces, lo que me falta todavía es llegar a esa fibra sensible que sólo algunos aciertan a tocar: rajarle una puteada oportuna, o alguna cosa por el estilo.
Porque la verdad es que muero por tener una buena charla con el tipo más afín a mí que he conocido en el planeta...